Esa rara capacidad de evocación que tiene todo lo relacionado con el tren.

La figura humana y el mar, en rara armonía.

Asomarse a una escalera es como un cotilleo interdimensional.

La Pedriza no es sólo de piedra, también es de agua.

Por gusto o por obligación, corriendo de un lado a otro.

La naturaleza se vuelve desconcertante cuando te acercas.

Terminamos mirando hacia uno mismo un año en el que hemos intentado mirar más.

La armonía de lo construido para durar.

El cielo de Madrid y la cálida luz de otoño

Un poco de decoración navideña, al trasluz.

En pleno verano, un espacio verde y húmedo de la Sierra de Guadarrama.

Una imagen casi mítica, que nos lleva de vuelta a los felices 80.

Congelando muchas imágenes para describir el movimiento de forma estática.

La llaman la Costa Esmeralda, por el verde de los prados que llegan hasta el mar.

Todos andamos algo ahogados, ¿verdad?

El tiempo pasa tan despacio.

Al parecer, el único monumento al Demonio en todo el mundo...

Exceso de marcialidad en estos soldados a cámara rápida.

Frente a nosotros un año, quizás en blanco y negro.

El payaso del monociclo nos regala su color y su alegría